- Acerca del título Ejercicios en lo (p)robado
- Acerca del contenido.
- Respecto al prólogo de Andrés E. Zuchel
- Tipos de ejercicios propuestos
- Un poema: soliloquio del ubicuo
- Organización del contenido: desde el amanecer hasta la muerte
- El libro con una sola frase
- Construcción del objeto
- Acumulación, selección, estructura, trabajo, intuición
- La producción de objetos poéticos
- Continuidad y ruptura con trabajos previos propios
- Voces, referencias, intertextos en lo robado
- Aprendizajes resultantes
- Eventos de presentación
- Prelanzamiento en Silla Vacía, La Esquina Rosada
- Lanzamiento en Biblioteca Municipal de Concepción
- Participación en Pájaros Errantes
- Recepción esperada o imaginada
Acerca del título ejercicios en lo (p)robado
Libro, portada, título. Promesa, compromiso, acuerdo. Primer paso desde el frontis (aunque muchos sintamos que nos colamos el circuito por la cocina).
Origen del título
El título Ejercicios en lo (p)robado surgió en una conversación relajada e informal entre amigos, con un comentario poco halagador. Le enseñé el borrador sin título a un poeta y me hizo un comentario parecido a "esto ya se ha probado". Por hacerme cargo de la tallita, además como una humorada usé ese nombre. No es la primera vez que arrojo piedras sobre mi propio tejado. Me presiono a progresar. Para ello relativizo la importancia de mis propios trabajos, socavo su importancia desde el título para ver qué pasa con el contenido. Me sirve para saber que no se me suben los humos a la cabeza. Los colegas del circuito se preocupan mucho de que nadie se vaya subiendo por el chorro. Con un gesto de humildad y humor ante acusaciones da uno a entender que ya se sabe la bromita. Se hizo algo con el chistorete, se trabajó, se lo transformó. Uno se empodera, se apropia de ocurrencias tan manidas, las subvierte. Invitación a adelantarse a sí mismos, invitación a afilar el ingenio. El gesto desactiva el automatismo propio del lenguaje diario, de las interacciones jocosas poniendo trampitas "en broma". Y luego también viene con juego de palabras para exagerar. Mete el tema del robo, yendo más allá, agravando el asunto.
Acerca de lo robado
Un amigo que le sabe a la gramática comentó como para sí mismo algo acerca de la sustantivación del participio. Después como es usual me lo tuve que explicar a mí mismo para poder entenderlo. No es mi área pero en entrometerme soy bueno, dicen. Así que el párrafo que viene se lo pueden saltar si no les importa el asunto morfosintáctico.
Todo empieza con robar, un verbo transitivo. Juanito roba y una pelota sufre el robo. Llevamos el verbo a su forma de participio pasado: robado. Estamos en el orden del resultado: lo que queda después del robo, lo que fue robado. La pelota ya no está porque experimentó el robo. La pelota robada. Y luego algo peculiar: “lo robado”. “Lo” aquí no es pronombre, sino artículo determinado neutro. "Lo" permite sustantivar otras categorías: adjetivos, participios, proposiciones. Convierte una cualidad o estado en sustancia, en una cosa que puede ser nombrada. El calificador robado (la pelota robada, el beso robado) se convierte en nombre abstracto: lo robado. Conjunto de cosas inespecíficas que han sido sustraídas. Gramaticalmente, sustantivación neutra de participio. Común nuestro idioma, da lugar a expresiones como: lo vivido, lo comido, lo bailado. Un participio con valor pasivo (vivido, comido, bailado) es sustantivado gracias al artículo “lo”, transformándose en un objeto de reflexión, evocación o discurso. Produce un efecto de abstracción y síntesis. Una apertura semántica que permite pensar lo robado como categoría de lo perdido, arrancado, ilegítimamente poseído. Lo robado puede ser también lo robado al lenguaje, lo robado a la historia, lo robado al cuerpo, a la memoria, a la posibilidad de decir. Ahí ya se abre.
Eso es en la sala de clases. Pero en la vida real me han comentado el tema de lo robado con algo de preocupación. Alguien por ahí quiso suavizar la transgresión, liberarme de la responsabilidad. De pronto hay una intención de diluir las fechorías representadas, minimizar una supuesta falta, matizarla como un robo hormiga según un apreciado colega, haciendo referencia a los epígrafes de cada poema. Sin embargo, el título no es Álbum de robos, Mis robos, Confieso que he robado ni nada parecido. Indica lo robado, pudiendo ser un repositorio sobre lo cual se emprenden ciertos ejercicios, o sea los poemas.
Ya lo explicamos. Lo robado no es necesariamente robado por mí. Es más ambiguo, no queda claro quién ha robado, cómo se ha constituido ese repositorio, ese conjunto, ese cúmulo, esa riqueza. Por qué ha ocurrido, de dónde se ha sustraído, cómo se han emprendido esas operaciones, cuándo han tenido lugar o desde cuándo vienen ocurriendo. La riqueza de la sociedad global, su peculiar patrón distributivo, tiene un rastro histórico de expolio sistemático. Todo ejercicio es un ejercicio en lo robado desde este punto de vista. Lo que le sacamos como materia prima a la naturaleza o lo que sacamos del proceso de explotación en condiciones de trabajo asalariado. O lo que nos sacamos a nosotros mismos en el caso de la búsqueda de rendimiento o explotación por mano propia. En poesía también.
Ejercicios en lo (p)robado no es un nombre que vaya por el lado de confesar una falta, una transgresión. No es un pecado a resarcir. Nada que perdonar. Sí aprovecho este truquito para desmitificar, desacralizar, desencantar, desnudar fetiches y sacarle la lengua a los valores del circuito artístico local, de los que hacen parte talleres literarios, conversatorios, ciclos de lectura, micrófonos abiertos, etcétera.
Acerca de los ejercicios
La poesía me parece más un proceso productivo que uno creativo, pese a que este último aparece con mayor frecuente entre quienes no dan tanta vuelta al asunto. De pronto hace parte del instrumental crítico que tiene uno de fábrica, o sea, de la universidad. Producir me inspira ese sacar adelante, hacer surgir. Es una transformación propiciada. Aprovechamiento, elaboración, trabajo. Eso es un punto importante porque pone un tono crítico, materialista y racional en todo esto. No estamos ante revelaciones sino ante ejercicios de relacionarse con el lenguaje, ante su disposición en unidades complejas y abiertas al escrutinio público. El origen de estos materiales u objetos es de producción, no de creación bajo este punto de vista. Tal vez a eso va también el tema del ejercicio.
Con respecto al asunto del ejercicio, se me ha lanzado arma arrojadiza, falacia del efecto dominó incluida: "si seguimos así nos vamos a llenar de ejercicios, por qué no entregamos productos terminados o concienzudamente elaborados y defendidos con seriedad y altura de miras". Nótese aquí el frío recibimiento que tiene por parte de algunos poetas la obra otros. Relación del poeta con el circuito, percepción de superioridad, de autoimportancia, nota tirana, enajenada o alucinada. "Ejercicios", será porque soy de ver presentar las cosas desde un lado burlón. O si me tomo las cosas tan en serio no puedo menos que ser honesto en aceptar que estos trabajos no vienen de alguien que tenga conocimientos literarios de manual, y que ha estado desde su primera autopublicación aprendiendo de cara a la gente. Vivo jugando con mis sus cartas boca arriba sobre la mesa.
Ejercicio es una palabra de raíces latinas. Su significado etimológico implica la acción de poner en práctica algo con constancia, haciéndolo salir de la inercia o pasividad. Los usos de este vocablo:
1) pasan por la práctica estructurada de disciplinas formales (ejercicios de lógica, de matemáticas) o corporal-fisiológicas (ejercicios de acondicionamiento físico, de rehabilitación, de entrenamiento deportivo), por el cumplimiento de un deber o capacidad (ejercicio del poder, del voto, de un derecho, de la profesión, de la inteligencia), por el ensayo o simulacro preparatorio de respuestas o estrategias (ejercicios militares).
2) pasan por la objetivación del acto a un dispositivo que posibilita o encarna al acto, como en un libro, manual, guía, tutorial de ejercicios.
3) pasan por el gesto íntimo, forma del pensamiento, la atención, la contemplación, la admiración, la estética, la ética, la existencia (ejercicios espirituales, ejercicios de ascesis).
Y bueno, a lo mejor el libro lleva un poco de todo en lo que toca al ejercicio. Como se dice, después de la guerra somos todos generales. Habría que ver lo que resulte mejor para explicar esto que ya fue.
El sentido de lo probado
Sobre el gusto hay mucho escrito, aunque tal vez sería bonito ver circular más esas ideas. Lo probado es lo que ha resistido a la prueba del tiempo por los motivos más diversos: adaptación espontánea, promoción deliberada, cooptación de usos, distinción social, reproducción clasista, procesos políticos y electorales y un largo etcétera. Digresión: la gracia de las ciencias sociales es que de manera estratégica busca diseñar formas de explorar, describir, comprender y explicar hechos como el gusto de forma parcial. Entonces hay gran variedad de recursos disponibles para abordar la cuestión.
Porque probar tiene esa acepción posible, sinónimo de lo que degustado, saboreado, comprendido de modo sensorial, estético, una cuestión gnoseológica. Lo probado es lo que llegamos a conocer y a juzgar: gusta / no gusta. Hay ahí un código también acompañando la producción del status y del rol. Hay expectativas vertidas en las atribuciones con que somos administrados. El gusto de los niños no es el mismo de los grandes. El gusto de las mujeres no es lo el gusto de los hombres. No estoy diciendo que yo crea eso, sino que es lo que uno puede observar en la vida diaria.
En ese orden de cosas hay otro juego. Hay un desarrollo del gusto dispuesto a escrutinio público. Por vuestros gustos los conocereis. Entonces también hay un vestirse de gusto. Ahí sí se ve una confesión más terrible que la de robar: gustar de algo. Es algo que te define mucho más. Dejemos de lado el tema de los gustos secretos y cómplices por ahora. Hablamos de los gustos y lo que dicen de nosotros. Así, tal vez este es un libro sobre lo que me pasa con lo que me gusta. Se me ocurre.
La caricatura
La caricatura es de la carta "váyase a la cárcel" del juego de mesa monopolio. Por cierto, este juego de mesa tiene una historia interesante en lo que respecta a los derechos de su propiedad. Por mi parte, fue un gesto de uso... discutible. En ese momento no estaba tanto con el tema de la IA, porque CGPT no tenía la edición de imágenes de manera nativa, me habría sido muy útil para producir una imagen ahí alternativa, una copia extraña. Y decidí ponerlo no más, total un poemario es una cosa chica. Gianella, mi ex-pareja, me ayudó con el concepto de la portada, hablamos por teléfono y discutimos el concepto, los colores, las formas, el sentido. Ella fue siempre una parte importante del proceso desde la producción del primer libro hasta este. Es una humorada la caricatura, algo ligero. También Alejandro Concha M. me ayudó a pensar mejor los aspectos de proporción de la portada. Si los elementos tienen un tamaño proporcional y la palabra ejercicios está inclinada es por él. Ahora que veo las maquetas están horribles, vergonzantes. Nunca he tenido ojo para el tema visual la verdad.
Sobre el contenido
Con respecto al prólogo de Andrés E. Zuchel
El trabajo se hace, pero tiendo a centrarme en lo negativo. El criticón interno a veces es muy fuerte. Me apoyo todo el tiempo en gente más optimista, personas que me ayudan a poner en perspectiva las cosas, me ayudan a recordar que no estoy solo. Que no estoy en medio de un desastre. Que la cosa es fluida. También en el circuito hay gente con mucha sabiduría proveniente de diversas prácticas, disciplinas, trasfondos.
Una de mis cosas favoritas de autopublicar desde que empecé a hacerlo es el tema del prólogo y los comentarios. En general se los terminas pidiendo a quienes te apoyan, te brindan su tiempo y su cariño. Parecerá que acerca de cada cosa tengo un ejemplo de comentario no tan afortunado, pero por ahí alguien se las arregló para arrojarme un "ese afán de los poetas de demostrar que están siendo leídos" y qué se yo. La verdad se a dicha: valoro ese involucramiento de la red de relaciones personales en esas tareas en los lindes del oficio. Son redes de afecto. Uno lleva adelante lo más valorado. Es un hecho que necesitamos lectores. Algunos los buscamos activamente. Hay lectores y lectores. Cada quien busca los que necesita. Yo necesito lectores en mi red de relaciones personales. Ese es uno de mis motivos más fuertes para escribir.
Andrés E. Zuchel sabe mucho de medicina porque estudió eso por varios años. Es licenciado en Comunicación Social, periodista, poeta con un oficio ya hecho trayectoria. Le sabe al tema de la escritura creativa y mucho tema con lo neuro porque igual es máster en neuromarketing. Como uno ha publicado su obra, se ha hecho parte del circuito me imagino que con alegrías y con decepciones como todos. Autor de "Efectos Literarios", "Homo Sapiens Amans", "Existencias Espejos" y "Mi Monstruario y Otros Miedos". Dentro de sus seis años dirigiendo el Taller Literario de La Casa de la Cultura de Hualpén lo conocí, ese fue el marco. Ahí viene propiciando el florecimiento de la poesía en espacios públicos. Además estuvo en la gestión de ciclos y festivales literarios, como el Festival Eco-poético “Santuario de la Naturaleza” y la versión virtual del Festival Poético Internacional “Pájaros Errantes”. Maestro de judo. Para qué más.
Nunca me trató como menos que a un amigo. Para alguien como yo que arrastra excentricidades, rigideces, la verdad es bonito saber que hay gente como Andrés. Él fue quien me invitó por primera vez al centro cultural La Esquina Rosada donde estaba haciendo ciclos de lecturas poéticas. Andrés es una persona solidaria, alegre y de buena voluntad. Hemos trabajado también en una que otra cosa.
Le pedí el prólogo de Ejercicios en lo (p)robado al amigo Andrés E. Zuchel después de varios años de habernos conocido ya, después de largas conversaciones en torno a los más diversos temas (desde poesía hasta bioética, pasando por los temas neuro y de comportamiento humano, la naturaleza del conocimiento y sus aristas comunicológicas). Hay una lectura mutua ahí. Los dos nos conocemos nuestros trabajos, aparte lo tenía también referenciado dentro de uno de los epígrafes, y claro, en espíritu él aparece ahí, algo de eso hay en el libro.
De repente el libro entre que camufla y muestra ciertos hechos vinculándonos, pero lo hace de manera bastante imprecisa. El prólogo es mucho más claro en mostrar cómo llegamos a coincidir, en qué contexto, enmarcando un trabajo en que mi estilo de decir las cosas igual es oblicuo, un poco en los huesos, con afán también de saber hacer las cosas siempre de manera para mí nueva, igual en esas me dejé llevar por algunos criterios que vi funcionando bien y que ya voy relativizando y dejando en el camino como parte de una huella. Ahí Andrés pone una cuota de transparencia importante, contextualiza, hace un elogio del contenido, del autor y lo saca un poco de proporciones, pero claro, es el tipo de prólogo elogioso, amistoso como es. Es un trabajo que tengo cerca de mi corazón, de ese tipo de cosas que te ayuda a continuar cuando vuelves buscando motivos para seguir.
Tipos de ejercicios en el poemario
Veintiún poemas. Verso libre. Ejercicios con palabra, contemplación, percepción, pensamiento, diálogo. Ejercicios con lo arrebatado al día a día. Ejercicios de gusto, criterio, vanidad, valores, contemplación, de observación del entorno. Reflexivos porque cuando uno queda abierto a su propia observación, algo quiere hacer, reubicarse, nunca queda conforme. Piensa en los cambios posibles respecto a ese reconocimiento. Son ejercicios con lo que uno lee y piensa, con lo que a uno se le ocurre y con lo acontecido con eso al verlo realizado. Ejercicios de pulir, limpiar, escoger, amasar el lenguaje día a día, sacar lustre, brillo. Ejercicios de asolar el decir, quedar con menos mácula embelleciendo la representación. Ejercicios de intentar con el lenguaje ponerse para la foto, hacer ubicar las frases en su mejor ángulo, a su mejor luz. Cómo me pongo en la palabra. Ejercicios de decoro, de una cierta etiqueta y protocolo en un aprendizaje progresando con la participación la lectura.
Qué produce leer, qué permanece de lo consumido, cómo impacta y a quién me quiero parecer cuando hago algo con eso. Si las cosas inspiran algo, cómo hacer también que las cosas que yo hago produzcan algo parecido en otros. Son ejercicios con harta cita también, con harta referencia. Es una producción de redes de significados, de sentidos, de hacer también un mapa que pueda rastrear de dónde viene o propuesto, de dónde vienen estas opiniones, estos sentimientos. El libro es un racimo, una selección que viene de un trabajo en curso que es incesante. Es una selección de entre cosas de cuadernos de notas. Cuadernos llenándose de poemas. Entonces se pone a prueba la propia versión de la belleza, del encanto, del atractivo que veo en algunos usos del lenguaje, en canciones, poemas, discursos, juegos de video, conversaciones, observaciones, en el silencio, en el dolor, en la dicha, en la soledad, en la compañía. Puse a prueba el valor de mi propio gusto. Un poco llevar un paso hacia arriba lo que había venido haciendo hasta ahora. Con respecto a los asuntos temáticos, me gustó que los poemas se dejaran situar en un orden lógico. Partir con un amanecer y cerrar con ideas en torno a la muerte me pareció bien. Una cuestión intuitiva.
Un poema: Soliloquio del ubicuo
Soliloquio del ubicuo es un buen ejemplo de la onda que prima en el objeto Ejercicios en lo (p)robado. No sé si es central o representativo pero es uno de los que me gusta más, me agrada que sea progresivo, que ponga en relación cosas como el videojuego RPG, el antipoeta y a dos poetas del circuito. Creo que eso muestra la intención del poemario, ser como una batería de recursos que se ponen en relación para hacer surgir algo más. Porque como se dice vulgarmente, el todo es más que la suma de las partes, o algo así.
SOLILOQUIO DEL UBICUO
Yo soy el individuo Nicanor Parra
Y el gamer sigue bailando Francisco Valenzuela
El hombre biodegradable Giles Castel
primero tuve un bastón maté sapos y culebras chiches saltaron al pasto esferas luminiscentes colores de fantasía
yo soy el primitivo
después me conseguí un arco flechas con punta de piedra culebras maté, y sapos incrementé la distancia me llamaron El Ubicuo
yo soy el espejismo
del suelo fundí la tierra de donde forjé unas hojas pálidas como la luna erigí un imperio me dediqué al comercio
yo soy el enemigo
me refugié eventualmente en un viejo cementerio besé el amor de mis muertos a la luz de la claridad
La organización del contenido desde el amanecer hasta la muerte.
La disposición se dio como un tema lógico nada más, si había que presentar un conjunto de poemas estos se van acercando unos a otros por afinidad, me pareció de lo más normal empezar con lo que abre y cerrar con lo que cierra. Las reflexiones acerca de la muerte las moví hacia el final, eso fue moviendo todo el contenido a reflejar el ciclo de la vida. No creo que sea algo metafórico. La relación que tengo yo con el tiempo es más o menos la que tenemos todos. Había varios poemas acerca de la muerte porque estuve participando en un conversatorio acerca de la muerte en su más amplio sentido, por lo cual me quedó dando vueltas el tema y el deseo de tocarlo desde algunas preguntas específicas. Me gustaría un día dedicar un trabajo completo al tema de la muerte, por lo mismo estos ejercicios igual son como una preparación para. En mis próximos trabajos voy a ir reutilizando poemas, reciclándolos para mantenerlos a flote, pienso en eso. La tematización igual ayuda a este modo.
El libro con una sola frase
No podría explicar el libro en una sola frase sin dudar y con plena seguridad. Ya es un trabajo sintético, económico, ya duramente comprimido. Ejercicios en lo (p)robado es un trabajo cepillado. Correría riesgo de convertirlo en algo que no es. Una consigna, un grafiti... se resiste. Los temas son el amor, la domesticidad, el oficio, la síntesis, la desolación, el misterio, la belleza, la técnica, la poesía, la vigilia, el silencio, el deseo sexual, el gozo, el desencanto, la amistad, el vacío, la muerte en diversas acepciones. Podría ser algo como: poesía de síntesis doméstica para avanzar sobre toda clase de problemas.
Construcción del objeto
Acumulación, selección, estructura, trabajo, intuición
En el proceso constructivo la intuición es una parte muy importante. Escribir a toda hora, en cualquier momento. Los textos más contemplativos con respecto al silencio los concebí porque mi horario laboral me empuja a lapsos en que solo puedes darte a la contemplación del silencio y la quietud. Te encuentras mucho contigo mismo cuando el rol es el de vigía o celador. Tienes que poner una atención tal que se vuelca a veces sobre la propia atención, te sumerges en intuiciones que haces acompañar con una poesía que te viene desde afuera, que ya está probada y de la que uno echa mano. Te encuentras igual de cara al puro oficio.
Escribir en la casa igual medio atravesado pensando en lo que la vida te ofrece y en qué puedes hacer con ello para dejar un rastro, una cuenta de los hechos, tener algo que mostrar al final del día. Esforzarse en algo, aunque sea en la belleza de la huella que dejas. Es un trabajo que entra en todos lados de tu vida. Escribes en cuadernos, servilletas, boletas del supermercado, te escribes en la mano, en alguna agenda, te compras un cuaderno de cuando en cuando porque sí, porque nunca es suficiente.
Lo que me salvó en un momento fue empezar a usar solo cuaderno y luego empezar a ponerle fecha a todo (así como en el libro de anotaciones del conserje, hay manías que se te pegan). Luego también a llevar control de versiones de los poemas, porque a veces un buen poema puede echarse a perder de una versión a otra. La transcripción en serie igual es importante porque el poema se va refinando, te vas dando cuenta de qué es lo que querías decir en realidad. Se trató de acumulación, de refinamiento y selección por partes iguales. Lo que fue quedando fuera fueron las cosas demasiado dolorosas que no quiero seguir replicando y que me sirve mejor olvidar, esa fue una bonita lección, que los dolores se pueden ir podando como para prestarle menos atención, uno igual se va haciendo otra idea de uno mismo. Luego ya eso toma distancia porque obviamente pasas a otro trabajo y así. Tuvo mucho de intuición, sí.
La producción de objetos poéticos
Por qué será: todos saltan, se asustan ante la mera representación de la sustracción. Su interpretación de lo robado es la de que se ha emprendido una acción que debe ser punida. Mi parecer es, por el contrario, que la denuncia del hecho es clave. La fechoría no se anuncia como tal, sin embargo al momento en que pueda publicarse una obrita que lleve en el título la palabra "mentiras" entonces despertaría el pánico moral ¿Por qué? Es una contradicción, una paradoja. ¿No es más sincero un libro denominado "mentiras" que un libro denominado "verdades"? Porque la mentira intenta pasar por verdadera. En este caso se produce algo parecido. Para ser exitoso un robo debe pasar desapercibido en el momento, y debe alejarse el descubrimiento de la fechoría del momento en que se ejecuta la sustracción.
Desde el punto de vista de cierto tipo de sociología, sería muy difícil sacudirse la idea de que nos llegan los recursos a través de un proceso de proliferación, mutación, selección, afinidad, evolución de los hechos de la comunicación. No nos llega lo que el tiempo ha descartado por su agotamiento, por sus cualidades más bajas. Nos llega lo probado, retándonos a ir más allá, y también se desnuda eso: la ilusión de innovación a través de una sensibilidad inmediata para con los hechos que usamos como excusa para estimularnos. Plagio no hay. Y ya no se puede plagiar. Es muy fácil pillarlo a uno, y pillarse uno mismo. Por otro lado, el autoengaño es una forma básica del juego sucio. Es ser muy chanta querer pasarse un gol a uno mismo. Como copiar en una prueba. No digo que nunca haya copiado en una prueba, pero ya pasó ese tiempo. En la medida en que uno madura se da cuenta del flaco favor que se hace uno mismo engañándose. Llega un momento de vivir en el desengaño. También cuando hay más idea de lo que implican los sesgos cognitivos, cuando uno ha tenido el tiempo de revisar sus valores y darle una vuelta a la idea de su proveniencia, pues el plagio se vuelve cada vez más absurdo. También uno podría pasar a través del plagio para ver qué pasa, pero en mi forma de ver las cosas, tal vez tendría que ponerle de título: plagio, mis plagios o estos son plagios. Algo así.
De pronto igual hay que darle otra vuelta al título y uno seguiría encontrando cositas de ese tipo.
Continuidad y ruptura con trabajos previos propios
Es una continuación porque sigo usando mi nombre propio, porque forma parte de la trayectoria a la que nadie me ha convidado, porque es el mismo afán de siempre aunque se haya transformado. Es una continuación porque es la misma vida desplegándose, el mismo agente dando de sí, viviendo en la misma ciudad, ciclándose en el mismo territorio, tal vez progresando.
Es una ruptura porque cuando lanzo un nuevo trabajo me preocupo de ponerme en jaque, de meterme un palo en los rayos de las ruedas, de hacerme otras preguntas, de cuestionarme por qué hago lo que hago, de cómo el producto va a denunciar la forma en que me estoy enfrentando a estos problemas. Hay un cambio de fase a propósito. Uno también quiere probarse a sí mismo que puede hacer algo más difícil. Si pregunto ¿quién soy y por qué soy esto? entonces también hay un cambio importante.
Uno quiere también enseñar lo que ha aprendido, mostrar de qué se trata lo que hace, poder decir que no es tan exótico como parece, que está cerca de lo que todos entienden como su vida diaria. Quiere ir cerrando ciclos y abriendo otros nuevos. Uno quiere que lo vean con otros ojos también, que lo vayan valorando por la calidad de su trabajo y no tanto un premio al esfuerzo, al continuismo, a la insistencia. Entonces ahí hay que romper, no insistir en apretar la misma tecla. Uno quiere también refinarse, por lo mismo hay que derrotarse, doblegarse. Hasta para el más afortunado en este mundo la experiencia en la vida tiene un factor humillante. Es cierto que uno puede entrar con el pie izquierdo en un oficio, y eso no es su culpa. Pero ya si no tiene talento seguirá dando con el mismo pie. Me gusta romper mis propias convicciones, ponerme en duda, en general es mi manera de no cegarme, de progresar. Hay que experimentar, atreverse, equivocarse de muchas maneras para aprender de muchas maneras. Quedarse en la pura continuidad es rendirse. Estoy emocionado también con este progreso porque no he sentido el peso de la curva. Ojalá un día sentir que la curva va tomando una inclinación más limitante, desesperar en ello. Por ahora siento que hay harto espacio para crecer, y para eso hay que romper con las propias ideas. Invitarse a más, a otra cosa. Es un camino con dolor, una ruta de impacto, y romper es un shock.
Voces, referencias, intertextos en lo robado. Autores, textos, lenguajes, situaciones en juego
Un tipo es poetas de Chile: Elvira Hernández, Juan Luis Martínez, Gonzalo Millán, Enrique Lihn, Nicanor Parra, Pablo Neruda, Gonzalo Rojas, Alexandra Domínguez, Omar Lara, Andrés Ajens, Mauricio Redolés, Gustavo Barrera. Así como bien aleatorio pero tampoco son cosas rebuscadas. Son cosas que se pueden encontrar en internet o en una biblioteca pública. De pronto estas lecturas me impulsan harto, lecturas del día a día, las que estimulan mi deseo de producir el objeto de poesía. Me interpelan, me sacuden, me hacen reír y llorar, me producen estupor, asombro, me desafían, me sensibilizan. Son como lecturas que uno lleva en el día a día sin las cuales no puede avanzar. Poemas que te manda algún amigo, de pronto ideas que te quedan dando vuelta, que no te abandonan y que la voz interna te susurra cuando estás concentrado en alguna cosa, cuando estás observando te viene un versito que te orienta o te cambia todo el esquema que tenías. Hay voluntad ahí de usar el material poético, los objetos de poesía como herramientas.
Otro tipo es letras no chilenas: Idea Villariño, César Vallejo, Octavio Paz, Miguel Hernández, Alejandra Pizarnik. Como te digo, uno hace lo que puede con lo que va recibiendo del entorno. De pronto estas lecturas pasan más por ser notas en mi cuaderno de notas. Son cosas que se discuten en los círculos de conversación, crítica y educación de poesía, de repente referencias inescapables a la conversación de sobremesa, a las conversaciones con amigos. Obviamente son cosas que te sorprenden, que te dejan marcando ocupado. Y claro, de repente uno siente que tiene que hacer algo con eso, cómo va a dejar pasar la oportunidad de trabajar con esos materiales.
Otro tipo es música popular: Silvio Rodríguez, Gustavo Cordera, Víctor Jara. Lista breve que indica a lo mejor que no soy muy musical, que muchas veces prefiero escuchar una conferencia, un audiolibro, un noticiario en la radio y de preferencia el silencio. Pero estos cantautores de Cuba, Argentina y Chile los encuentro de una poesía excepcional y los considero poetas más que músicos. Debe ser también porque de música no sé mucho y me resisto un poco a aprenderla porque no me motiva tanto.
Otro tipo es más raro todavía: el filósofo Giles Deleuze, el matemático Georg Spencer-Brown, que bien vale por cita de Niklas Luhmann, el sociólogo Fernando Robles y el historiador Eduardo Téllez Lúgaro. Estos dos últimos nombres son de profesores que me hicieron clases alguna vez en la universidad. Aparecen por dar cabida al origen de la intuición que me permite tratar temas diversos como el de la posvida, que de forma oblicua permiten tematizar lo que no es tema, tener intuición de la nada, de lo que no está organizado, de lo que no tiene forma, una cosa indistinta; como la intuición de interacción final; como una referencia a las momias del pueblo diaguita.
Otro tipo son referencias a obras de autores del circuito local: Guillermo Zapata, Andrés E. Zuchel, Francisco Valenzuela, Giles Castel, Mario González, Eva Aranda. En su gran mayoría personas con las que he podido conversar acerca de este oficio y cuyos trabajos me parece que vale la pena usarlos, reflotarlos como materiales. Hay que servirse de la poesía para que esta circule y permanezca vida, hay que valorarla y echarla al ruedo, hay que pensar en ella, moverla.
Luego hay dos referencias a videojuegos point and click en el ámbito del misterio y el horror psicológico en un poema que toma esta experiencia como fuente de esa intuición que surge de la relación entre el jugador y la representación a la cual moviliza dentro del juego, con una atmósfera opresiva y con algunos elementos de violencia.
Finalmente todo esto es un proceso igual de hacer indistintas estas referencias, de borrar los límites que acordamos para estas categorías. Porque al final todas estas referencias son cosas que uno tiene bien metidas en la cabeza y que están todas mezcladas, hablándote, dándote pistas. Es una lista antojadiza también, sin mucha planificación.
Aprendizajes resultantes
Aprendí de la experiencia contemplativa, a poner en práctica una investigación teórica en torno a la psicología que estuve llevando adelante de manera privada. Aprendí de la paciencia que requiere el oficio, a vencer la ansiedad de querer mostrar todo y cualquier cosa, aprendí a corregir muchas veces un poema, a intentar la prolijidad, a encontrar el detalle mediante la exposición al objeto hasta que salta, hasta que llegas a verlo. Aprendí harta autocrítica, a filtrar también, a que una selección apretada exige también producir bastante material para sacrificio, aprendí a trabajar con el material que me provee el circuito local.
Me robó un año, muchas horas, mucha concentración dedicada, me robó todos los recursos invertidos en él, me robó una parte de mí que no volverá, porque fue un ejercicio de transformación importante. Me puso más exigente. Me robó una parálisis que tenía también con la poesía, una desconfianza en mis propias capacidades, y si no se la llevó, al menos la atenuó, porque estoy conforme con este trabajo, aunque pienso que en adelante me gustaría decepcionarme también de él, tener la plena seguridad de que he subido otro peldaño y decir "pucha, por qué lo saqué". Me gusta creer que aún tengo mucho espacio para hacer cosas nuevas, para superarme
Eventos de presentación de Ejercicios en lo (p)robado
Acerca del pre-lanzamiento
Un micrófono abierto para la poesía en Concepción. Uno que no hace distingos. Uno en que se vio de todo para comodidad e incomodidad. Siempre para bien. Para aprender de la diversidad, del ímpetu, de lo insospechado. Fue en el centro cultural La Esquina Rosada. Participé en casi todos los encuentros Silla Vacía del año. El último, correspondiente al aniversario de un año, solicité enlazarlo simbólicamente con el lanzamiento de Ejercicios en lo (p)robado. Funcionó bien.
La concepción del poemario estuvo influida por la experiencia que tuve participando en Silla Vacía. Ahí puse a prueba una y otra vez todos mis poemas. El evento consiste básicamente en un micro abierto en un horario conveniente que también se presta para la conversación en el preámbulo y después de las lecturas en un entorno distendido y festivo. Se empezaron y se terminaron ahí muchos proyectos, muchas relaciones, mucha vida ahí vertida y desatada. Se estrecharon lazos, se bailó, se bebió, se comió. Pude conocer también lo que están haciendo otros poetas de la localidad. Después de un año de asistir a ponerle bueno a eso nació la idea de vincular el pre-lanzamiento de Ejercicios en lo (p)robado con el aniversario anual del Silla Vacía. Entonces ahí tuve diez minutos de escenario para poder contarle a la gente lo que me proponía con el trabajo, conté con la asistencia de mi familia lo cual agradezco un montón, la presencia de mis hermanos, de mi mamá, mi papá, mi prima también. Fue un evento marcado por la presencia de mis seres queridos y por un discurso que otros reconocieron potente y emotivo. Fue algo entretenido y que recuerdo con mucho cariño. También ya habiendo pasado muchas cosas fue un momento de dar un paso al costado con respecto a mi participación en ese espacio.
Lanzamiento en Biblioteca Municipal de Concepción
Año tras año, poemario tras poemario, lanzamiento tras lanzamiento, la Biblioteca Municipal de Concepción José Toribio Medina me ha dado un espacio en la parrilla programática para los eventos de lanzamiento en los que he podido reunir a familia, amigos, conocidos e interesados, para dar uno que otro discurso. En esta ocasión me acompañó quien fungió como editor del proyecto con su editorial Solaris, el poeta Guillermo Zapata, autor del poemario Solar, libro que he disfrutado un montón. Él se las jugó por el evento, saltando de una tarea a otra. No pude haber tenido ayuda más completa.
Las fotos también quedaron muy bonitas, inmortalizando a nuestros invitados, incluyendo a los ilustres colegas del taller mano de obra, quienes se portaron un siete conmigo, nunca una mala actitud, eso fue muy bello. Una de las cosas más lindas que me pasó en el año. Por eso también participé un buen rato hasta que ya tuve que replegarme para buscar en mí mismo y en mi entorno más recursos, otras ideas, otros problemas humanos.
Por suerte el discurso que di en esta ocasión lo tenía preparado. No es una transcripción, es una guía que me hice previamente, lo dejo acá abajo referenciado. Si bien en el evento no lo seguí al pie de la letra, improvisé buena parte del mismo y finalmente también me salté algunas partes por limitaciones de tiempo, queda acá para examen posterior.
Conversatorio en Pájaros Errantes
Por otro lado, tuve la oportunidad de presentar el poemario en el conversatorio de nuevas publicaciones en el marco del Encuentro Internacional Pájaros Errantes.
Recepción esperada e imaginada
En primera, me preocupa que quien se encuentre con este material lo disfrute, se sienta estimulado, agradado, que lo acepte, que pueda sintonizar con las ideas en él vertidas. Espero que pueda justipreciarlo. Espero que quien se encuentre con este material pueda verse también invitado a hacer su propia versión de los temas ahí tratados y comentados. Que se vea tentado a experimentar. Espero que quien se encuentre con este material pueda comentarlo, compartirlo.
Con el tiempo he perdido mucho interés en el intentar mover por mí mismo los materiales y me he puesto a puro escribir, me he dado cuenta de que eso me hace feliz y no quiero soltarlo a cambio de convertirme en un vendedor de libros, en un promotor de su propio trabajo. Tal vez llegue el momento en que me arroje a esas labores, pero antes quiero estar seguro de tener un material digno, y estos ejercicios siento que me encaminan a ello. Tengo la certeza de que el autor tiene que probar su material y hacerse un juicio respecto del valor de lo que está haciendo.
Quiero que lo vean como lo que es y poder recoger algunas opiniones al respecto. Es un tiraje corto, un ejercicio muy local, desde la humildad, desde mi red de relaciones personales también. Entiendo la visión que tiene mucha gente de los productos culturales: que son masivos. Pero también espero que las personas que están en mi círculo de influencia puedan ver que hay también obras de un interés distinto. Trabajos más bien discretos. No todo es grande. Hay un ecosistema diverso de objetos poéticos circulando, solo hay que acercarse y tirar la mano.
La reseña de Jorge Cocio Sepúlveda para revistamontaje.cl
La reseña de Jorge Cocio Sepúlveda de Ejercicios en lo (p)robado vio la luz el 5 de febrero del año 2025, se titula Sistemas poéticos y tiene un epígrafe del sociólogo alemán artífice del programa de investigación del constructivismo operativo: «El sistema artístico opera bajo sus propios términos, pero un observador del arte puede elegir muchas distinciones diferentes para indicar lo que él observa». Jorge y yo habíamos estado conversado ya un poco (un poco harto, como se dice). Él estaba al tanto de mi pequeña obsesión con este sistema de ideas. ¿Por qué lees a Luhmann? me preguntó una vez. Porque me desafía, porque sé que es difícil y me ayuda a mantener la mente ocupada profundizando en algo de lo que tengo ya conocimientos por la carrera que estudié. Porque es como un lenguaje meta que permite poner en perspectiva otros sistemas de ideas respecto de la realidad social. Es un esquema teórico creativo que pone en contacto hallazgos de las ciencias de la comunicación, la ingeniería, las matemáticas, la biología y obviamente mucha historia del pensamiento sociológico. Es que me estimula, me conmueve entender cosas complejas. Me gusta chocar y verme en aprietos.
Jorge habla de la creación poética, relacionando la palabra con la herramienta, el molde, la materia y el movimiento, del despliegue que ocurre en el orden de la producción y del consumo, de una sensación y experiencia de universo, de cómo la interpretación produce más interpretación, de cómo estos intercambios nos llenan de formas de ser. Creo que va tirando un poco ahí de la cuestión ontológica en que no me manejo tanto, y también piensa en la vida, como una metáfora de la organización, de cómo las cosas toman forma por sí mismas, haciendo eco de las autonomías de los procesos de comunicación, de la condición sui géneris de algunos procesos que desde puntos de vista menos onderos se ven como epifenómenos. Habla de un sistema estético interpretativo, lo cual es estimulante. Muestra ahí un sistema de interacción en el orden de la apreciación estética. Yo no sé si esto es matar moscas con lanzallamas, porque la potencia teórica de estas ideas derrocha posibilidades, y ahí uno no puede más que emocionarse por la invitación que hace a andar por las vías de la apreciación estética, la ontología, la sociología, la percepción, la hermenéutica gadameriana y cosas de este tipo que él tiene mucho más claras que yo.
Indica que el poemario comporta el mundo de quien lo ha concebido (o de quien se lo ha atribuido) y produce también una invitación a relacionar esa realidad con aquella con que está familiarizado el lector, consumidor, intérprete. Es bonito igual saber que compartimos mundo. A veces uno se siente bien lejos de todo y de pronto sí está siendo partícipe de un hecho completo.
Repasa la serie de autopublicaciones desde el 2019 al año en curso, que uno no deja de buscar una cierta autenticidad (ahí se entiende el entronque alemanado, algo que se mantiene en todo esto y que habría que revisar también por qué andamos ambos tan germánicos en nuestras pretensiones) alude al asunto de las referencias bibliográficas, que es en parte una manía academicista que uno aprende en la universidad (y que no quise citar en APA para no quedar tan al descubierto, porque habría sido ya comedia involuntaria), usa el término de unidad celular, y me sigue moviendo las ideas.
Jorge se da a la tarea de desbrozar el contenido para referirse a algunos hechos como la intertextualidad, al factor narrativo, la aliteración, el intento de innovar, de ir más allá persiguiendo un afán, un objetivo y tal vez dejando entrever un método. Acusa una amplitud temática de la obra que va a través de múltiples hechos incluyendo el asunto del once de septiembre, y también la cuestión de la vida y su final. Indica que ejercicios en lo (p)robado se vertebra en torno al hecho productivo mediante la influencia y la referencias, indicando que el trabajo es también un asunto biográfico. Acaba con una referencia al barco de Teseo que tiene bastante enjundia, es una invitación a desarrollar más y más. Que es más o menos lo que me he propuesto ahora que me he puesto a ensayar estas propias líneas.
Agradezco muchísimo esta iniciativa del amigo Jorge Cocio Sepúlveda. Debo reconocer que solamente ahora que estoy comentando el comentario veo todo el trabajo que hay detrás y que en su momento se fue solamente en un gracias. Mi gratitud se multiplica ahora como sentimiento.
Los videojuegos point-and-click y RPG: interactividad, narrativa no lineal, agencia del jugador
Interactué con un par de productos culturales y persistieron en mi memoria. Las ideas permanecen ahí, quedan dando vueltas como una canción que no puedes sacarte de la cabeza. Una forma de sacar cosas de la cabeza es hacer un objeto y luego poder mirarlo desde afuera, la idea persistente entonces ya cumplió un propósito y se va, deja de preocupar.
La poesía es interactiva desde el día uno. No veo cómo la poesía pueda no ser interactiva. No veo la no linealidad, tendría que distribuirse el contenido en la página de otra manera, entrenarnos de otra manera para interactuar con el texto y claramente este no es el caso para la gran mayoría de las personas. No dudo que por ahí haya alguien en nuestra matriz global haciendo cosas especiales, pero partiendo de la generalización, es lo que pienso.
La tematización de un juego no convierte a la poesía en un juego, la tematización de una experiencia jugable no convierte al poema en una experiencia jugable. De pronto no hay que ir tan lejos. Un poema es un poema y en este caso Rosas trata de crear una atmósfera inquietante en medio de una comodidad. Me parece que la rima hace algo especial, esa contradicción entre la forma y el fondo. Es un poema en que se ve una calma, el involucramiento, el trance de la vida cotidiana pero en que de pronto pasan unas cosas que no tienen cabida en un contexto de verdadera paz. Sugiere la sensación del mal.
ROSAS
All that you touch, you change
Rusty Lake
Mother is good. Mother is the way. Mother protects us from the meat
Sanitarium
cierra tus ojos, guarda silencio
busca una puerta perdida en el tiempo
gira ese pomo, entra en el templo
solo una casa vacía en invierno
limpia tu mente, hazlo conmigo
por donde sea que vayas te sigo
toma unos guantes, deja tu abrigo
vamos a hacer que se vea bonito
abre cortinas, limpia tu mente
que te ilumine el cuarto creciente
barre pasillos que cruzan los muertos
pasa bailando veloz el plumero
quita los vasos y los ceniceros
ponle bolsitas a los basureros
hazlo conmigo, limpia tu mente
en los rincones hay uñas y dientes
borra tus huellas de las ventanas
dobla la ropa, tiende las camas
haz la comida para mañana
lava cortinas, cambia las sábanas
limpia tu cabeza, busca en los armarios
junta en la bolsita revistas y diarios
¿muy solitario? prende la radio
oye las voces de los noticiarios
limpia tu mente vinagre
aguas se llevan la sangre
pon en su sitio las cosas
quema un incienso de rosas
Antipoesía, videojuegos y poetas penquistas. Diálogo, contraste y síntesis
Es normal que la obra de Parra, el poeta con el programa más influyente en Chile, tenga mucha relación con los poetas del circuito local. Todos son parrianos hasta que se demuestre lo contrario. Un segundo punto de encuentro manteniendo a todas estas cosas relacionadas es su inteligibilidad, podemos echar mano de ellas. Por qué no relacionarlas.
No busco algo específico. Cuando haces un poema te viene a la mente algo e intentas hacer lo que puedas con ello. Le das el tiempo necesario. Tampoco soy tan culto como para plantear cosas nuevas, me dejo llevar por la intuición y hago lo que quiero y necesito hacer.
Hay diálogo, hay contraste, hay síntesis.
Denuncia política y voz íntima en la poesía
En este trabajo la poesía se presenta personal, no colectiva. Hablé antes de la explotación en un contexto preciso, que es el de lo robado. Creo que con un trasfondo formativo en ciencias sociales te quedas con ese entrenamiento y te parece bien regular deslizarte por esa pendiente para tratar ciertos temas. El equilibrio se da solo, yo creo. No lo planifico ni lo teorizo demasiado. Uno usa las ideas que ha recibido en el aula para dar sentido a la realidad y hacer algunos planteamientos al vuelo. Pero claro, el poemario es personal aunque de pronto toque un poquito el signo del once de septiembre en chile, por ejemplo, y también lo que es el once de septiembre en Estados Unidos. Son hechos inescapables a la conciencia, circulan a través de uno y ahí uno debe decir qué hace con ellos. Voy desde la intimidad, hay un movimiento de los hechos públicos hacia la intimidad del lenguaje. Uno va masticando la vida y todo se va digiriendo y poniendo en su sitio, se hace carne, digamos.
La "posvida" como tema
Pienso en la vida después de la muerte como lo que es: una nada. Pero no es suficiente esa nada, pues si lo fuera no podría poetizar en torno a ello. Hay formas atractivas para contrapesar y dar un relato al otro lado. Darle forma a una la posvida diferente al entendido como vida. Pensar en vida después de la muerte es un contrasentido, pero no se resuelve con un simple "nada". Es muy sencillo llegar a eso, basta con: quiero hacer un poema sobre la posvida, y lo haces.
Deleuze, Spencer-Brown, lo teórico y lo lírico
Las referencias a los filósofos son solo una forma de acusar el origen de las intuiciones que se intenta evocar o representar. Creo que lo teórico está muy lejos de lo que está pasando en este poemario, y queda más bien como un disparador, un trampolín hacia la poesía, una herramienta, sin interrumpirla. Por otra parte lo teórico tiene mucho de intuitivo también, no es puramente concepto.